31 marzo 2008

¿Es posible sentirse tan mal y tan bien a la vez?

Mucho frío, mucho viento, el paquetito de kleenex en el bolsillo y esa sensación de hervir por dentro, y el agotamiento más profundo posible... Parece que si llegara a caer en una cama, no me levantaría por días... Pero el saber donde estoy es más fuerte; dan ganas de seguir peleándola aunque el viento me tire al piso...
Se extraña un poco "el norte", pero los recuerdos son dulces y no desesperan, no duelen...
Y me nace la sonrisa más sincera...
Y se siente la inmensidad del planeta... Y da miedo, pero no miedo...
Y soy yo misma y no tengo que fingir, aparentar, parecer... nada más que eso.... sólo soy...



10 marzo 2008

Allá, en Patagonia.

Sin esperarlo.
Sin poses.
Sin maquillaje, ni ropa coqueta.
Con los ojos bien abiertos.
Y con mi mami.
Fui a la Patagonia.

Y encontré...
Un mundo más real que lo real....
Y una mujer dentro mío, más sincera que yo misma.
Más real que yo misma.
Más viva que esa yo misma que creía suficiente...
Nunca es suficiente. ("Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos", dice Galeano, escrito en mi pared)

Menos artificial.
Menos terca.
Un poco menos egoísta. (Digo un poco porque siempre se puede y debe ser menos egoísta)

Encontré una paz y algo dentro mío que estaba muy dormido...
Encontré respuestas y sentido.

Y descubrí, sin habérmelo preguntado antes...
Por qué, cómo, cuándo, dónde y con quién mi madre se convirtió en la persona maravillosa y extraña que es.
Y en el momento sólo lo viví y no lo pensé, pero ahora me lleno de lágrimas pensando en que vi su escuela y la casa que construyeron mis abuelos y ese Estrecho por el cual pasó Magallanes y esos pastos llenos de ovejitas...
Y de a poco puedo contar que este verano sentí la historia humana y geográfica de este planeta...
Y eso al fin me permite encontrar lentamente, pero con fuerza, mi propio lugar en esa historia...