19 agosto 2010

Hace una primavera.

Y me pregunto, en un golpe de realidad,
¿es posible que muera el amor?
Más aún,
¿Cómo es posible que muera el amor?

¿Qué sentido tiene?
...Tener que enterrar tanto por dar.
...Tener que renunciar a entregar.
...Tener que despedirse de esa felicidad inmensa.

Y volver a ser feliz.
(En un mundo en el que seguramente
haya que volver a enterrar.
Renunciar.
Despedir).

(Se que estás ahí
y el pensarlo ya no me da frío.
Pero me da miedo.
Me obligaste a renunciar.
Te resiento por eso:
porque me has obligado a renunciar, para siempre).

15 agosto 2010

Agosto

Frío.
Promesa de primavera.

Se ha hecho largo el invierno.
Por primera vez, me he saciado del amor hacia el cielo gris y el viento.
Pero, por primera vez, lo pesado me sabe a promesa,
lo insoportable me huele a esperanza,
lo tedioso me convence de la pronta llegada...
De la brisa cálida, del sol cariñoso, del aroma a jazmín y mar y pasto.
De la vida por despertar.

Primavera, despierta...
Ya estoy cansada de hibernar.