31 marzo 2011

Uno de muchos recuerdos...

Hace ya más de dos años conocí una mujer española en un tren, cuyas palabras nunca olvidaré: "Viajando, es que te pasan las cosas".

Era enero y la nieve cubría Europa, el tren había demorado más de tres horas en salir de París, una francesa petisa y arrugada me había gritado en francés por querer pagarle una taza de chocolate caliente, en la estación, con las últimas monedas que tenía...
Llegar a París ya había sido una odisea, arrastrando mi valija rosada gigante por un bus luxemburgués hasta la "gare" y luego esperando horas por un suicida en las líneas del tren.... sentada sobre mi valija, porque no había más lugar...

Volviendo a esa mañana de nieve, supe que algo malo estaban relatando por los parlantes en francés, pero definitivamente no sabía qué. La española me explicó, que no llegaríamos a Irún, que el tren estaba atrasado y era imposible llegar a la conexión a Madrid...

Para hacer un cuento largo, muy corto, terminé en un taxi con 4 franceses de Irún a San Sebastián; por única vez en mi vida fui consciente de correr para cruzar una calle llena de autos andando y no me importó la posibilidad de fallar el intento, tiré mi valija por unas escaleras, corrí, grité y pataleé y las puertas del tren se cerraron en mi cara y volví a patalear y, llorando, empecé a tirar cosas al tren.... (desesperada?) y empecé a caminar sola por San Sebastián.... Y noté lo hermosa que era la ciudad y el río y la Luna y una mujer me vio con cara de desolación y me abrazó "niña, qué pasa?" y me ayudó a encontrar el camino y amé estar al fin en un país con mi mismo idioma y lamenté no poder quedarme más, pero realmente tenía que llegar a Madrid, y no llegué a Atocha, pero si a una estación de buses bastante céntrica sólo dos horas después que "mi" tren... Y seguía nevando en la península y los vuelos no salían hacia ninguna parte y no me importaba, porque estaba al fin con él... al fin en sus brazos... al fin en la ciudad más romántica de Europa... (vengan ahora las lapidaciones!)

"Viajando es que te pasan las cosas"...
Quizá, para que la vida no sea una pérdida, hay que tomársela siempre como un viaje, aunque no sea a un lugar exótico o lejano, pero sí un continuo paso hacia lo desconocido, o hacia el cambio, hacia otro "sitio" mental, emocional, profesional.... (y un gran etcétera)...
Desde muy pequeñita se que todo lo hago por seguir viajando.

*Lechuza

"Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos" - Galeano.

Concisa

Encontré el monstruo en el fondo del placard.

Y se acabaron las pesadillas.

20 marzo 2011

Muere el verano

Las alamedas se tiñeron de dorado.
El sauce dejó de llorar.

Música porteña y un regador.
Flores sin olor
y aire sin viento.
Nubes secas
y secas de sentimiento.
Un árbol que visito desde que era niña
y un monstruo de hormigón en medio de un antiguo paraíso olvidado.

La tierra se volvió a mover,
se escucha desde lo profundo un grito hondo,
se escucha desde las entrañas del mundo el recordatorio de que la historia sigue, con o sin nosotros:
El mundo creará montañas, fiordos e islas.
El tiempo formará y derretirá glaciares,
jugará con los colores en las rocas y en las arenas.
Lo hizo desde antes de que llegáramos y lo seguirá haciendo cuando no estemos.

Una nube que no es nube delata que hemos llegado a la capital.
El recuerdo del cultivo se contradice con la oda continua al consumismo.
Y de golpe nada parece tener mucho sentido.

Mientras tanto, la luna está casi llena y se asoma sobre los Andes, haciéndome un guiño.
Se acerca el día de un nuevo adiós y se me aprieta el pecho al entender
que conozco este lugar lo suficiente
como para saber que aún no quiero,
que aún no puedo,
volver.