05 noviembre 2013

Esmalte rojo

Esta historia comienza con mis manos llenas de sangre. Las lavo apurada bajo el agua fría, pero se me hace difícil sacarla de debajo de las uñas, escondida bajo el esmalte rojo.
En el espejo el rímel corrido me habla. Me habla de mi misma. Me dice que debo correr, huir tan rápido como pueda.
Cierro la llave y justo en ese momento tocan la puerta.

Me despierto. Estoy en el piso del baño, arrullada en la alfombra. Me duele la cabeza y noto que mi vestido está roto. Hace días tengo esos sueños extraños. Siempre terminan con alguien golpeando la puerta.

Me tengo que preparar rápido para un nuevo día, es lunes y ya me estaba olvidando que tengo que ir a la oficina.
Camino al trabajo, lo mismo de siempre... pongo la única música que me quita el dolor de cabeza. En un semáforo busco el rímel en mi cartera, maldigo que no tuve tiempo de pintarme la uñas. Sin embargo, noto rojo entre los dedos... Creo que estoy volviendo a soñar...

*Lechuza