12 diciembre 2010

Sola

Haciéndome cargo de mi vida... de mis decisiones, mis elecciones.
De cada paso que dí, hacia donde yo quería.

Y, luego, el desagrado de esas pequeñas consecuencias incalculadas...
O, quizá, contempladas, pero sin la justa medida de su realidad..

De todas maneras, la certeza de que todo camino tiene algún resultado que no gusta, que no completa, que resulta un poco pesado, o tedioso, o doloroso...

Y, en el fondo, feliz de que "mis" consecuencias tediosas hayan surgido por mi propia opción, por amor a mis deseos, por la fe ciega en mi corazón. Porque, aunque a veces lo olvide, soy una mujer valiente. Y seguí mi intuición, y armé mis planes, y diseñé mi futuro, según lo que quería, según lo que sentía, según lo que entendía que era mejor.

Y aún sigo mi intuición y tengo fe en mi corazón y en lo que quiero, y creo ciegamente en mis decisiones y camino con la frente en alto porque se, que si bien a veces me inundan momentos tristes, nunca será por haber elegido una vida que no era mía.

1 comentario:

Una Resaca Cualquiera dijo...

Me ha gustado tu entrada. Hay que seguir siempre adelante con la cabeza bien alta!!
Hasta pronto!!