05 agosto 2013

Un día (hoy) decidí ser feliz

Un día decidí que tenía que ser feliz.
No sólo con lo grande, no sólo con los planes y perspectivas a largo plazo.
Sino, con esto, con hoy.

Una noche tuve una pesadilla, en que seguía años y años presa de una absurda amargura diaria.
Y, en la mañana, pude ver claramente, que si no puedo cambiar hechos de la realidad, sí puedo cambiar frente a ellos mi sonrisa, mi corazón y mi mirada. No puedo cambiar el cansancio, pero si voy a estar cansada, por lo menos que no esté cansado mi humor...

No voy a seguir años en un trabajo que detesto, eso es seguro. Pero mientras esté ahí, mientras duela, sólo yo puedo hacerlo un poquito mejor...

*Lechuza

(Filosofía barata que antes reinaba mi vida, la de disfrutar el día a día, pero que hace unos meses había dejado en el fondo del placard...)

No hay comentarios: