19 septiembre 2014

Pienso, luego existo

Rara conciencia de estar vivo.
De existir en tres dimensiones.
En cinco sentidos.
En un alma...
¿Un alma?
Una capacidad de pensar...
Neuronas innumerables...
Una masa gris,
pero roja de sangre...
Entre mis oídos,
detrás de mis ojos,
arriba de mi paladar...
Casi puedo tocar cada pensamiento
con la punta de la lengua, mientras nace,
mientras aparece ahí, entre mis párpados...
Se enfría con la respiración de un golpe de viento...
Se hace eterno, de golpe,
con las yemas de mis dedos
o el roce de mis labios.

*Lechuza

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