Viajé un día al otro lado del mundo,
para ser como la lluvia:
felicidad incomprendida.
Crucé caminos para vestirme de viento
y correr bajo el nombre Libertad.
Atravesé mares para volver a tocar el sol con la punta de mis dedos
y chocar contra las nubes.
Volé lejos, lejos,
para volver a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario